30 de agosto de 2016

Nicolás Alvarado odia a Juan Gabriel.

Hoy, en el portal del diario Mileno, se publicó una nota firmada por Nicolás Alvarado, actual director de TV UNAM en el que habla del fallecimiento de Juan Gabriel y la reacción que, en calidad de director de un canal cultural de televisión pública, tuvo ante el suceso. En él, confiesa que Juan Gabriel no fue para él un ídolo, pero que reconoce el impacto cultural que tiene en México. Nicolás confiesa que el problema de no reconocer a Juan Gabriel como un ídolo es suyo, exclusivamente suyo, y está relacionado con la vida, las condiciones y las legítimas aspiraciones que tiene para sí. Reconoce en su penúltimo párrafo que la perdida es real y es de él.

En su último párrafo remata con una referencia a una canción, cuyo título es “Soy un esnob”, en una clara referencia a que Nicolás se ve a sí mismo como tal, lo que le imposibilita disfrutar el arte de Juan Gabriel. A pesar de ello, asume su responsabilidad como director de canal de televisión y la importancia cultural que tiene, y tendrá, la música de Juan Gabriel, por lo cual se transmitirá un programa televisivo como homenaje al Divo de Juárez.

Las redes sociales, algunos medios y los creadores profesionales de trending topics se le lanzaron a la yugular por sus confesiones:

“Me irritan sus lentejuelas no por jotas sino por nacas, su histeria no por melodramática sino por elemental, su sintaxis no por poco literaria sino por iletrada”

Y en la frase final de ese mismo párrafo, su mea culpa, “condicionado como estoy por mi circunstancia, no puedo evitar reaccionar como reacciono”.

Lo que me llama la atención es como muchos no soportan que la gente no piense como ellos y de inmediato viene la avalancha de descalificativos e intolerancia. Muchos lo califican de pseudo intelectual, pero esos mismos no saben usar correctamente las preposiciones gramaticales. Le reclaman que considere jotas y nacas a las lentejuelas, apoyados en el argumento de que sus gafas blancas y su forma de vestir son ridículas. Atacar la intolerancia con intolerancia.

Juan Gabriel era un iletrado. Él mismo lo decía abiertamente, no tuvo estudios de secundaria. Su condición fue humilde y paupérrima en sus primeros años de vida. La letra de sus canciones no son obras de arte rebuscado, son simples, llanas y entendibles por un pueblo, en su mayoría, iletrado como él. Eso lo convirtió en un ídolo.

A pesar de que Juan Gabriel no tuvo educación formal y de que Nicolás se presenta como un intelectual, comparten una característica que muchos deberíamos asumir: Viven la vida como consideran que serían felices. Juan Gabriel con sus canciones y Nicolás con sus aspiraciones intelectuales, ambos con su peculiar estilo. La diferencia, como el título de una de las mejores canciones de Juan Gabriel, es que uno es un ídolo por ser como la mayoría y el otro es blanco de nuestra intolerancia por no ser como la mayoría.


Y que cada quien reaccione condicionado por su propia circunstancia.