15 de noviembre de 2016

Infinitum de bajada

El servicio de acceso a internet de Telmex, conocido comercialmente como Infinitum, tiene buenas velocidades de bajada de datos. Excelente para ver películas, navegar en la mayoría de las páginas web y leer correos electrónicos. Sin embargo, tiene una gran falla y es que se ha quedado obsoleta en relación con las velocidades de subida de datos.

En los inicios de internet, como usuario doméstico lo que más te importaba era la velocidad de descarga. Descargar la información, fotografías, archivos y música que había en la red. No había una necesidad tener banda ancha para subir contenido porque éramos consumidores y no había necesidad de subir contenidos o interactuar en la nube.

Esto ha cambiado con el tiempo. Con el internet de las cosas y las páginas web como Youtube, Facebook, Twitter y los espacios virtuales para guardar información hacen que la velocidad de subida sea relevante en los servicios prestados por los proveedores de acceso a la red. Además, las consolas de videojuegos y los juegos más modernos se desarrollan en un ambiente “en la nube”, lo cual se complica mucho con la limitada capacidad de Infinutum para proveer mejores velocidades de subida.

Un ejemplo claro, experimentado personalmente, es el servicio recibido por Megacable. He tenido ambos servicios, contratados con 20 Mbps. En ambos, la velocidad de bajada no fue significativamente diferente. En la de subida, Megacable ofreció hasta 5 Mbps e Infinitum solamente 0.75 Mbps en la lectura más alta (En promedio 0.45 Mbps).

¿En que se traduce esa diferencia? Con Megacable era muy divertido jugar en línea e, incluso, transmitir en vivo a Youtube o Twitch. Con Infinitum no es posible ni jugar adecuadamente por el lag que se genera, ya no hablemos de intentar transmitir. Subir un archivo de 10 minutos a Youtube tomaba hasta 15 minutos con Megacable. Con Infinitum tardó hasta 6 horas. Hacer videollamdas por Skype o Hangout con muy buena calidad no era problema con Megacable, con Infinitum hablaba con pixeles, cuando se podían conectar las videoconferencias.

La interacción de los consumidores con la nube requiere de mejores conexiones de banda ancha. Lo ideal, serian servicios simétricos para descarga y carga a la nube. Esta falta de velocidad ocasiona que el servicio de Infinitum se perciba de mala calidad, cuando la única falla es en uno de los extremos de la experiencia actual de internet. Infinitum tiene la posibilidad de convertirse en el mejor proveedor de acceso a internet incrementando su velocidad de subida. De lo contrario, las quejas y cancelaciones por un “mal servicio” seguirán en aumento.


Por lo pronto, como extraño a Megacable.

30 de agosto de 2016

Nicolás Alvarado odia a Juan Gabriel.

Hoy, en el portal del diario Mileno, se publicó una nota firmada por Nicolás Alvarado, actual director de TV UNAM en el que habla del fallecimiento de Juan Gabriel y la reacción que, en calidad de director de un canal cultural de televisión pública, tuvo ante el suceso. En él, confiesa que Juan Gabriel no fue para él un ídolo, pero que reconoce el impacto cultural que tiene en México. Nicolás confiesa que el problema de no reconocer a Juan Gabriel como un ídolo es suyo, exclusivamente suyo, y está relacionado con la vida, las condiciones y las legítimas aspiraciones que tiene para sí. Reconoce en su penúltimo párrafo que la perdida es real y es de él.

En su último párrafo remata con una referencia a una canción, cuyo título es “Soy un esnob”, en una clara referencia a que Nicolás se ve a sí mismo como tal, lo que le imposibilita disfrutar el arte de Juan Gabriel. A pesar de ello, asume su responsabilidad como director de canal de televisión y la importancia cultural que tiene, y tendrá, la música de Juan Gabriel, por lo cual se transmitirá un programa televisivo como homenaje al Divo de Juárez.

Las redes sociales, algunos medios y los creadores profesionales de trending topics se le lanzaron a la yugular por sus confesiones:

“Me irritan sus lentejuelas no por jotas sino por nacas, su histeria no por melodramática sino por elemental, su sintaxis no por poco literaria sino por iletrada”

Y en la frase final de ese mismo párrafo, su mea culpa, “condicionado como estoy por mi circunstancia, no puedo evitar reaccionar como reacciono”.

Lo que me llama la atención es como muchos no soportan que la gente no piense como ellos y de inmediato viene la avalancha de descalificativos e intolerancia. Muchos lo califican de pseudo intelectual, pero esos mismos no saben usar correctamente las preposiciones gramaticales. Le reclaman que considere jotas y nacas a las lentejuelas, apoyados en el argumento de que sus gafas blancas y su forma de vestir son ridículas. Atacar la intolerancia con intolerancia.

Juan Gabriel era un iletrado. Él mismo lo decía abiertamente, no tuvo estudios de secundaria. Su condición fue humilde y paupérrima en sus primeros años de vida. La letra de sus canciones no son obras de arte rebuscado, son simples, llanas y entendibles por un pueblo, en su mayoría, iletrado como él. Eso lo convirtió en un ídolo.

A pesar de que Juan Gabriel no tuvo educación formal y de que Nicolás se presenta como un intelectual, comparten una característica que muchos deberíamos asumir: Viven la vida como consideran que serían felices. Juan Gabriel con sus canciones y Nicolás con sus aspiraciones intelectuales, ambos con su peculiar estilo. La diferencia, como el título de una de las mejores canciones de Juan Gabriel, es que uno es un ídolo por ser como la mayoría y el otro es blanco de nuestra intolerancia por no ser como la mayoría.


Y que cada quien reaccione condicionado por su propia circunstancia.